Disputa por un certificado de idiomas de hace cuatro años
El caso actual se refiere a un matrimonio que lleva años intentando vivir juntos en Alemania. La esposa tiene nacionalidad alemana, el marido vive en Nigeria. Él superó con éxito un examen A1 en el Goethe-Institut en 2021 para obtener un visado de reagrupación familiar, con una buena puntuación de 86 sobre 100 puntos.
Sin embargo, se produjeron retrasos considerables en el posterior procedimiento de visado. Entre otras cosas, la embajada tardó más de dos años en comprobar los documentos.
Cuando por fin habían pasado cuatro años desde el examen de lengua, la embajada explicó que el certificado había quedado obsoleto y sólo tenía un valor limitado. Los conocimientos lingüísticos "suelen desaparecer" si no se utilizan, según el razonamiento. Por tanto, para obtener un visado de entrada en Alemania, las autoridades exigían un nuevo examen de lengua actualizado.
El Tribunal decide: ¿Puede dejar de ser válido el certificado lingüístico?
La pareja emprendió acciones legales contra la demanda. En un primer momento, el Tribunal Administrativo de Berlín dio la razón a la embajada. Sin embargo, la OVG de Berlín-Brandeburgo llegó más tarde a una conclusión diferente y anuló la primera sentencia.
Los jueces lo dejaron claro:
- La mera suposición de que los conocimientos lingüísticos se pierden automáticamente al cabo de unos años es inadmisible.
- Un certificado de idiomas no pierde su validez simplemente porque haya pasado el tiempo.
- Las autoridades deben examinar siempre cada caso individual y aportar pruebas concretas de que los conocimientos lingüísticos se han deteriorado realmente; no basta con meras suposiciones.
- Sólo si existen tales indicios podrán solicitar una nueva prueba de lengua.
En este caso concreto, las autoridades no disponían de tales indicios, ni de conversaciones con el hombre ni de pruebas u observaciones. El tribunal también tuvo a su favor el hecho de que el demandante había superado la prueba con una puntuación alta. Esto argumentaba en contra del hecho de que todos los conocimientos se habían "desvanecido".
¿Existe un periodo de validez legal para los certificados de idiomas?
Un vistazo a la legislación también lo demuestra: En Alemania no existe ninguna norma que establezca el periodo de validez de un certificado de idioma, como un certificado A1 para la reagrupación familiar o un certificado B1 para la naturalización. Ni la Ley de Residencia, ni la Ordenanza de Residencia, ni los reglamentos administrativos federales contienen plazos según los cuales los certificados de idiomas pierden automáticamente su validez al cabo de cierto tiempo.
El Ministerio Federal de Asuntos Exteriores recomienda que la fecha del examen no sea de hace más de un año. Sin embargo, este plazo es solo una directriz interna y no es jurídicamente vinculante.
Por regla general, las autoridades siempre deben examinar cada caso individualmente, y sólo pueden cuestionar los certificados de idiomas si hay pruebas concretas de falta de conocimientos lingüísticos.
También es importante: para la reagrupación familiar, las autoridades sólo aceptan certificados de idiomas que hayan sido comprobados de acuerdo con determinadas normas de calidad. Entre ellas figuran:
- el Goethe-Institut,
- telc GmbH,
- el Diploma Austriaco de Idiomas (ÖSD),
- el Instituto TestDaF (a partir del nivel lingüístico B2),
- ECL,
- y el Diploma de Lengua Alemana de la Conferencia de Ministros de Educación y Asuntos Culturales (DSD).
Reagrupación familiar en Alemania: ¿Cuáles son los requisitos?
La posibilidad de que los miembros de una familia se trasladen a Alemania y las condiciones aplicables dependen de con quién quieran mudarse y de qué título de residencia tenga esa persona. La Ley de Residencia distingue entre dos grupos:
- reagrupación familiar con alemanes
- reagrupación familiar con nacionales de terceros países
A ambos grupos se les aplican requisitos diferentes. Estas diferencias pueden ser muy importantes en el proceso.
Reagrupación familiar con alemanes (§ 28 AufenthG)
Las normas para la reagrupación familiar con ciudadanos alemanes suelen ser algo relajadas. No obstante, deben cumplirse varios requisitos:
- El cónyuge debe ser ciudadano alemán
- Ambos miembros de la pareja deben tener al menos 18 años
- El matrimonio o la unión civil registrada deben ser válidos
- La pareja alemana debe tener su residencia habitual en Alemania
- Debe disponerse de suficiente espacio vital
- Se requiere visado antes de entrar en el país, a menos que se aplique la exención de visado
- No debe haber motivos de expulsión contra la persona que se reúna con usted.
- El cónyuge que se incorpore deberá acreditar conocimientos básicos de alemán de nivel A1.
En la práctica, el certificado de idiomas en particular suele ser un obstáculo. Quienes no aprueban el examen A1 a menudo no obtienen visado. Las excepciones son posibles, pero raras y sujetas a condiciones estrictas.
El artículo 36 de la Ley de Residencia regula el derecho a reunirse con los padres y otros parientes y ofrece una importante oportunidad a determinados grupos de personas para traer a sus familiares a Alemania. ...
Reagrupación familiar con nacionales de terceros países (art. 27 AufenthG)
Los requisitos son más estrictos para la reagrupación familiar con personas que no tienen pasaporte alemán pero sí permiso de residencia (por ejemplo, trabajadores cualificados, estudiantes o personas con derecho a protección). En este caso suelen aplicarse las siguientes condiciones:
- El sustento de la familia debe estar totalmente garantizado, sin prestaciones estatales como el subsidio ciudadano.
- Debe disponerse de suficiente espacio vital
- En muchos casos, también se exige una prueba de competencia lingüística de nivel A1. Existe una excepción, por ejemplo, para los trabajadores altamente cualificados con tarjeta azul de la UE.
- Ambos cónyuges deben ser mayores de 18 años
- El matrimonio o la unión civil registrada deben ser válidos
Por otro lado, existen simplificaciones para la reagrupación familiar con refugiados reconocidos o personas con derecho de asilo: por lo general, no se exige un certificado lingüístico A1 si la familia ya vivía junta antes de huir.
Conclusión: qué significa la decisión para los afectados
La decisión de la OVG de Berlín-Brandemburgo tiene un significado que va más allá del caso concreto. Deja claro quelos certificados de idiomas no pierden automáticamente su validez por el mero hecho de que hayan pasado varios años. También demuestra que las autoridades siempre deben examinar los casos individuales y aportar pruebas concretas si tienen dudas sobre los conocimientos lingüísticos. Solo cuando tengan dudas demostradas podrán exigir una nueva prueba de idiomas actualizada.
El Tribunal Administrativo Superior de Berlín-Brandemburgo envía así una clara señal en favor de una mayor equidad en la reagrupación familiar. Para muchos de los afectados, la decisión supone un alivio tanto jurídico como práctico.
